Los hechizos africanos son poderosos y pueden utilizarse para ayudarte a conseguir tus objetivos. A menudo se utilizan para la salud, la protección y simplemente para crear una vida mejor. Estos hechizos se transmiten de generación en generación en África y se han utilizado durante miles de años. Sin embargo, si eres nuevo en estos hechizos, hay algunas cosas que debes saber antes de usarlos.
¿Qué es la brujería africana?
La brujería africana es una antigua práctica espiritual que se originó en África Occidental, que ha sido practicada durante siglos por el pueblo Yoruba de Nigeria y el pueblo Ashanti de Ghana. También la practicaban otros grupos como el pueblo ewe de Togo, el pueblo igbo del sureste de Nigeria, el pueblo akan de Ghana y Benín, los pueblos ga-dangme del sur de Ghana, entre otros.
Aprende la diferencia entre la brujería africana y la magia blanca
Si eres nuevo en estos hechizos y no sabes la diferencia entre la magia blanca y la brujería africana, es importante que aprendas la diferencia. Hay muchas diferencias entre estas dos prácticas, pero una de las más significativas es que la brujería africana implica fuerzas espirituales a las que una deidad o deidades han dado poder. Estas fuerzas espirituales pueden utilizarse de diversas formas, como la curación, la protección, la buena fortuna y otras. La magia blanca suele utilizar rituales y conjuros para invocar poderes externos a uno mismo.
Además, la magia blanca suele considerarse maligna, mientras que la brujería africana se considera benévola y poderosa, con propósitos específicos para cada hechizo. La magia blanca se denomina a veces “blanca” porque suele utilizarse para ayudar a la gente sin tener en cuenta ninguna fuerza espiritual. El color blanco representa la pureza y la bondad, por lo que la magia blanca siempre se ha asociado con el bien de alguna manera.
Conozca los diferentes tipos de hechizos en África
Hay tres tipos principales de hechizos de brujería africana:
1. Hechizos de protección
2. Hechizos de curación
3. Hechizos de maldición
Los 3 tipos de hechizos de protección
1. Protección contra daños y accidentes
2. Protección contra el mal de ojo (o jinn)
3. Protección contra los ladrones
Entender cómo funcionan estos hechizos
Lo más importante que debes saber sobre los hechizos africanos es que funcionan según el principio de “lo semejante atrae a lo semejante”. Eso significa que si quieres un determinado resultado, debes hacer un hechizo para ese resultado y también hacer otro hechizo para alguien que tiene características similares o está conectado con tu objetivo. Por ejemplo, si quieres perder peso, puedes usar un hechizo africano que te ayude a perder peso y también usar un hechizo en forma de ofrenda al Dios de la dieta, Ogun. Esto asegura que no solo estarás perdiendo peso más rápido sino que también le estarás enviando energía a él.
¿Que herramientas y materiales puedo usar?
La herramienta más importante cuando se trata de crear hechizos es tu mente. Piensa en lo que quieres, cuánto tiempo tardará en suceder y cuánto costará si sucede. Entonces crea tu hechizo de brujería africana en tu mente antes de hacer cualquier otra cosa. Para mejorar tu hechizo, trata de usar ingredientes naturales como hierbas, aceites, piedras y otros elementos encontrados en la naturaleza. Estos proporcionan vibraciones que ayudan a la eficacia de tus hechizos mágicos.
Saber por qué se utilizan estos hechizos y algunas cosas que debe tener en cuenta al utilizarlos
Estos hechizos se transmiten de generación en generación y a menudo se utilizan para la protección. También se utilizan para la salud y la felicidad, así como para crear una vida mejor. Algunos de los hechizos más comunes que se realizan hoy en día son
– Hechizo de buena suerte
– Hechizo para aumentar la riqueza
– Hechizo de amor
– Hechizo para atraer la energía del universo
– Hechizo de velas
– Hechizo de amor
¿Cuál es un ejemplo de hechizo africano?
Un ejemplo de hechizo africano es el uso de oraciones y conjuros para ayudar a una persona a ganar un caso en los tribunales. El hechizo puede ser utilizado por cualquiera que quiera ayudar a alguien a ganar su caso, incluidos los abogados o los acusados.